La leche de camella se distingue por su alta concentración de proteínas especializadas conocidas por potenciar el sistema inmune. Dos de las más importantes son:

• Lactoferrina: Esta potente proteína inmunitaria se encuentra de forma natural tanto en la leche de camella como en la leche humana. La lactoferrina inhibe el crecimiento de bacterias y virus dañinos, combate la inflamación y apoya una microbiota intestinal saludable.
• Lisozimas: Son enzimas capaces de descomponer las paredes celulares de bacterias nocivas, proporcionando una capa adicional de protección contra las infecciones.

Estudios, como el publicado en Frontiers in Immunology (2022), destacan las propiedades antivirales y antimicrobianas excepcionales de la lactoferrina, subrayando el valor de la leche de camella como un superalimento que apoya el sistema inmune.